Tomar a Cristo como Nuestra Ofrenda por el Pecado vs. Tomar a Cristo como
Nuestra Ofrenda por la Culpa
Romanos 6:6 — “Nuestro viejo hombre fue
crucificado juntamente con Él…”
Romanos 8:3 — “Dios… condenó al pecado en la carne.”
1 Juan 1:9 — “Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para
perdonarnos…”
1 Juan 2:1–2 — “Si alguno peca, abogado tenemos para con el Padre…”
Aspecto |
Tomar a Cristo como Ofrenda por el
Pecado |
Tomar a Cristo como Ofrenda por la
Culpa |
Significado |
Tratar con el
pecado que mora en nuestra naturaleza caída, tomando a Cristo para que la
naturaleza pecaminosa sea condenada y quitada (Rom. 8:3). |
Tratar con
nuestros actos y ofensas pecaminosas, tomando a Cristo para el perdón, la
limpieza y la restauración de la comunión con Dios (1 Jn 1:9). |
Tipología |
La ofrenda por
el pecado
(Levítico 4) tipifica a Cristo llevando la
naturaleza pecaminosa en la cruz, condenando la carne, aboliendo a Satanás, y
juzgando al mundo y a su príncipe (Heb. 2:14; Jn 12:31). |
La ofrenda por
la culpa
(Levítico 5) tipifica a Cristo llevando nuestras
ofensas reales en la cruz, otorgándonos perdón y limpieza de la conciencia
(Lev. 5:6; Heb. 9:14). |
Diferencia |
Trata con la fuente—la “naturaleza pecaminosa” (raíz interna, ley y principio). |
Trata con el resultado—“los actos pecaminosos” (manifestación externa, efecto y fruto). |
Explicación |
El pecado es la
naturaleza de Satanás inyectada en el hombre, que actúa como una ley de
iniquidad
(Rom. 7:17–23). Tomar a Cristo como ofrenda por el
pecado nos introduce en la ley del
Espíritu de vida, que nos libra de la ley del pecado y de la muerte (Rom. 8:2). |
Cuando pecamos
en nuestras acciones, debemos confesar y tomar a Cristo como nuestra ofrenda
por la culpa. Dios es fiel y justo para perdonarnos y limpiarnos, restaurando
la comunión (1 Jn 1:9). |
Ejemplo |
Cuando
reconocemos pecados internos como orgullo, egoísmo o celos, debemos permitir
que Cristo trate con el viejo hombre (Rom. 6:6) y haga morir la
carne. |
Cuando
ofendemos a Dios o a otros con palabras o actos, debemos confesar y aplicar
la sangre de Cristo para limpiar la conciencia y mantener la comunión (Hch 24:16). |
Aplicación |
En la vida
diaria, bajo la luz de Dios, vemos nuestra naturaleza corrupta y vivimos por
la ley de vida, sin confiar en nosotros mismos, sino en Cristo (Fil. 3:3). |
Siempre que la
comunión se interrumpe o la conciencia se contamina, debemos confesar
inmediatamente y aplicar la sangre de Cristo para restaurar la comunión y
disfrutar de Su suministro de vida (1 Jn 2:1–2). |
Relación mutua |
La ofrenda por
el pecado trata con la raíz
del pecado, juzgando la naturaleza pecaminosa. |
La ofrenda por
la culpa trata con el fruto
del pecado, otorgando perdón. |
Pasajes relacionados |
Hebreos 2:14 — “Por medio de la muerte destruyó al que
tenía el poder de la muerte, es decir, al diablo.” |
Levítico 5:6 — “Traerá su ofrenda por la culpa a Jehová por
el pecado que cometió…” |
Nota adicional |
La ofrenda por
el pecado se relaciona con la ley de
vida, que nos libera de la ley del pecado, aboliendo a Satanás y al
poder del mundo. |
La ofrenda por
la culpa se relaciona con la restauración
de la comunión y la limpieza de la conciencia, para volver a disfrutar
del suministro divino de vida. |
✨
Puntos clave:
- Ofrenda por el pecado — Trata con la naturaleza del pecado: somos
liberados, juzgados y humillados para no confiar en nosotros mismos.
- Ofrenda por la culpa — Trata con los actos del pecado: somos perdonados, limpiados y restaurados a
la comunión.
- Vida y comunión están entretejidas:
la
vida renovada produce comunión restaurada, y la comunión mantenida nutre
el crecimiento de la vida.
📖 Conclusión:
- Sin tomar a
Cristo como nuestra ofrenda por el
pecado, permanecemos bajo el poder de la carne y la ley del pecado,
sin libertad de vida.
- Sin tomar a
Cristo como nuestra ofrenda por la
culpa, la comunión con Dios se interrumpe y nuestro espíritu se
seca.
- Por tanto, los
creyentes deben tomar a Cristo diariamente como ambas ofrendas, mediante la luz y la comunión, para que la vida y la comunión fluyan
juntas en el pleno disfrute de la comunión divina.
*Consulte el tema general
de la capacitación de verano de junio de 2025: Experimentar, disfrutar y
manifestar a Cristo (Parte 3), capítulo 11: La comunión de la vida eterna: la
realidad de vivir en el Cuerpo de Cristo.
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