Del libro de los Hechos: “Las oraciones que necesitaban los discípulos y apóstoles”

 

Del libro de los Hechos: “Las oraciones que necesitaban los discípulos y apóstoles” 

Hechos 2:1 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar.

Hechos 2:2 Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados.

Hechos 2:3 Y se les aparecieron lenguas como de fuego, que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos.

Hechos 2:4 Y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en diversas lenguas, conforme el Espíritu les daba que hablasen. 

Tipo	Significado	Eficacia	Propósito	Aplicación	Escritura Relacionada
Oración que trae el derramamiento del Espíritu	Orarse a sí mismo dentro de Dios y a Dios dentro de uno mismo	Trae el derramamiento del Espíritu Santo, uniendo a los creyentes con Dios	Para que los creyentes experimenten el Espíritu derramado y sean completamente avivados	Orar perseverantemente y unánimes, esperando ser llenos del Espíritu Santo	Hechos 1:14, 2:1-4, 2:16-17a
Oración que sacude la tierra	Cambiar el ambiente a través de la oración, superando limitaciones reales	Sacude la tierra, capacita a los discípulos con el Espíritu Santo para hablar la palabra de Dios con valentía	Para vencer las mentiras y obstáculos en el ambiente para la difusión del evangelio	Orar unánimes conforme a la palabra de Dios, pidiendo poder divino en el nombre de Jesús	Hechos 4:24-31
Oración que capacita para el ministerio de la palabra	Permite a los apóstoles concentrarse en el ministerio de la palabra	Permite a los apóstoles dedicarse a la oración y al ministerio de la palabra	Para que los apóstoles cumplan eficazmente su ministerio de la palabra	Delegar los asuntos cotidianos a otros, enfocándose en la oración y el ministerio de la palabra	Hechos 6:4
Oración que lleva al éxtasis	Permite a los creyentes salir de sí mismos hacia una comunión más íntima con Dios	Trae visiones y revelaciones celestiales	Para recibir la visión y guía de Dios	Oración regular, entrando en conversación con el Señor	Hechos 10:9-16, 22:17-21
Oración que abre las puertas de la prisión	Intercesión ferviente de los creyentes por colaboradores encarcelados	Libera milagrosamente a los apóstoles encarcelados	Para continuar la obra del evangelio y la verdad	La iglesia orando fervientemente por los creyentes encarcelados	Hechos 12:4-14
Oración que introduce en la comisión del Señor	Permite a los creyentes entender y aceptar el envío de Dios	Conduce a los creyentes a la voluntad y misión de Dios	Para cumplir la Gran Comisión y el encargo del Señor	Ayunar y orar, escuchando la guía del Espíritu Santo	Hechos 13:1-4
Oración que produce un gran terremoto	Cantar alabanzas a Dios incluso en pruebas	Sacude los cimientos de la prisión, abre las puertas de la cárcel	Para que los creyentes encarcelados sean liberados, testificando del poder de Dios	Orar y cantar himnos a Dios en situaciones difíciles	Hechos 16:23-26
Oración que trae el hablar del Señor	Permite a los creyentes escuchar la voz e instrucciones de Dios	Conduce a los creyentes a la comunión directa con el Señor	Para recibir la guía y revelación específica de Dios	Orar en el templo, esperando el hablar del Señor	Hechos 22:17-21

 

Estas oraciones demuestran cómo la vida de oración de los discípulos y apóstoles de la iglesia primitiva promovió la edificación orgánica del Cuerpo de Cristo. Sus oraciones no solo transformaron individuos, sino que también sacudieron ambientes, abrieron puertas para el evangelio y les permitieron recibir la comisión y el poder de Dios. Este patrón de oración enseña a los creyentes de hoy que la oración genuina y eficaz consiste en orarnos a nosotros mismos dentro de Dios y a Dios dentro de nosotros, permitiéndonos trabajar con Dios para cumplir Su voluntad.

 

*Consulte el tema general de la Capacitación Internacional de Élderes y Hermanos Responsables de abril de 2025: Unánimes y los aspectos vitales del capítulo 3 de Hechos: Mantener la unidad mediante las tres realidades de poder en el recobro del Señor: la oración, el Espíritu y la Palabra.