2025年10月25日 星期六

“Bienaventurados los pobres en espíritu” y “Bienaventurados los que lloran”

 

“Bienaventurados los pobres en espíritu” y “Bienaventurados los que lloran”

Mateo 5:3–4 – “Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.”

Isaías 57:15 – “Yo habito en la altura y la santidad, y también con el contrito y humilde de espíritu.

Salmo 34:18 – “Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón, y salva a los contritos de espíritu.

Isaías 61:2–3 – “Para consolar a todos los que lloran… darles corona en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto.”

Lucas 19:41–44Jesús lloró sobre Jerusalén.

Romanos 8:22–23 – “Nosotros mismos gemimos en nuestro interior, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo.” 

Aspecto

Bienaventurados los pobres en espíritu (Mat. 5:3)

Bienaventurados los que lloran

 (Mat. 5:4)

Significado

Ser pobre en espíritu significa reconocer la propia pobreza espiritual y la necesidad total de Dios, dependiendo completamente de Él. Es un corazón vacío de sí mismo y abierto a Dios.

Llorar significa lamentarse en el espíritu por la situación negativa ante los ojos de Dios—pecado, corrupción, tinieblas, rechazo de Cristo, desolación de la iglesia, etc.—compartiendo el dolor de Dios porque Su voluntad es obstaculizada.

Razón

Porque el hombre es naturalmente orgulloso y autosuficiente, Dios nos ilumina para ver nuestra vaciedad, de modo que Su reino pueda venir dentro de nosotros.

Porque la vida y el gobierno del Reino moran en nosotros, vemos la condición caída del mundo y de la iglesia, y somos movidos a llorar con Dios.

Resultado

Reciben el reino de los cielos como su porción—experimentan el gobierno divino de Dios en su interior.

Serán consolados—reciben consuelo y esperanza celestiales, viendo la victoria y la restauración de Dios.

Explicación

Ser pobre en espíritu es el comienzo de la vida del Reino; solo los que reconocen su falta pueden ser llenos y gobernados por Dios. Tales personas son humildes, enseñables y abiertas.

El llorar sigue a la pobreza en espíritu. Una vez gobernados por la vida de Dios, espontáneamente nos lamentamos por la rebelión del mundo y la desolación de la iglesia, compartiendo la carga de Dios.

Ejemplos

Pedro confesó: “¡Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador!” (Luc. 5:8). Pablo consideró todas las cosas como basura para ganar a Cristo (Fil. 3:8).

Jeremías lloró por los pecados de su pueblo (Lam. 2:11).

Jesús lloró sobre Jerusalén (Luc. 19:41–44). Pablo lloró por los santos (Fil. 3:18).

Aplicación

En la oración, confesar continuamente nuestra pobreza espiritual, pidiendo al Señor que nos mantenga humildes, hambrientos y blandos ante Él, permitiendo que Su Reino reine en nuestros corazones.

Llorar con Dios por el pecado, la corrupción y la desolación de la iglesia; interceder con esperanza, creyendo en la victoria y restauración venideras de Dios.

Escrituras Relacionadas

Mat. 5:3; Isa. 57:15; Sal. 34:18; Sant. 4:6; Luc. 1:53; Isa. 66:2; Apoc. 3:17–18.

Mat. 5:4; Isa. 61:2–3; Sal. 126:5–6; Lam. 2:11; Luc. 19:41–44; 2 Cor. 7:10; Rom. 8:22–23.

 

Resumen de Puntos Clave

  • La pobreza en espíritu es el comienzo de la vida del Reino: abre el vaso para que Dios lo llene y gobierne.
  • El llorar es la reacción interior de aquellos que viven bajo el gobierno del Reino, compartiendo el dolor de Dios por la condición caída del mundo y de Su iglesia.
  • La verdadera bienaventuranza no está en la felicidad exterior, sino en la participación interior en el Reino de Dios, llevando Su carga y disfrutando Su consuelo.


🕊️ Conclusión

Los pobres en espíritu son vasos abiertos para recibir el Reino celestial, y los que lloran comparten el corazón de Dios ante la condición caída del mundo. Tales personas son verdaderamente bienaventuradas, pues viven bajo el gobierno de Dios y serán consoladas con Su victoria y Su gloria venidera.

 

*Consulte la Capacitación Internacional de Ancianos y Hermanos Responsables de mayo de 2025. Tema general: Aspectos vitales de Mateo 5-7. Semana 2: Las bendiciones de los que lloran, las bendiciones de los mansos y las bendiciones de los pacificadores llamados hijos de Dios.

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