“Bienaventurados los pobres en espíritu” y “Bienaventurados los que
lloran”
Mateo 5:3–4 –
“Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de
ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los que lloran, porque ellos
serán consolados.”
Isaías 57:15 –
“Yo habito en la altura y la santidad, y también con
el contrito y humilde de espíritu.”
Salmo 34:18 –
“Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón, y
salva a los contritos de espíritu.”
Isaías 61:2–3 –
“Para consolar a todos los que lloran… darles corona
en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto.”
Lucas
19:41–44 – Jesús lloró sobre
Jerusalén.
Romanos 8:22–23 – “Nosotros mismos gemimos en nuestro interior, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo.”
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    Aspecto  | 
   
    Bienaventurados los pobres en
   espíritu (Mat. 5:3)  | 
   
    Bienaventurados los que lloran  (Mat. 5:4)  | 
  
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   Significado  | 
  
   Ser pobre en
  espíritu significa reconocer la propia pobreza espiritual y la necesidad
  total de Dios, dependiendo completamente de Él. Es un corazón vacío de sí
  mismo y abierto a Dios.  | 
  
   Llorar
  significa lamentarse en el espíritu por la situación negativa ante los ojos
  de Dios—pecado, corrupción, tinieblas, rechazo de Cristo, desolación de la
  iglesia, etc.—compartiendo el dolor de Dios porque Su voluntad es
  obstaculizada.  | 
 
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   Razón  | 
  
   Porque el
  hombre es naturalmente orgulloso y autosuficiente, Dios nos ilumina para ver
  nuestra vaciedad, de modo que Su reino pueda venir dentro de nosotros.  | 
  
   Porque la vida
  y el gobierno del Reino moran en nosotros, vemos la condición caída del mundo
  y de la iglesia, y somos movidos a llorar con Dios.  | 
 
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   Resultado  | 
  
   Reciben el reino de los cielos como su
  porción—experimentan el gobierno divino de Dios en su interior.  | 
  
   Serán consolados—reciben consuelo y
  esperanza celestiales, viendo la victoria y la restauración de Dios.  | 
 
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   Explicación  | 
  
   Ser pobre en
  espíritu es el comienzo de la vida del Reino; solo los que reconocen su falta
  pueden ser llenos y gobernados por Dios. Tales personas son humildes,
  enseñables y abiertas.  | 
  
   El llorar sigue
  a la pobreza en espíritu. Una vez gobernados por la vida de Dios,
  espontáneamente nos lamentamos por la rebelión del mundo y la desolación de
  la iglesia, compartiendo la carga de Dios.  | 
 
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   Ejemplos  | 
  
   Pedro confesó: “¡Apártate de mí, Señor, porque soy hombre
  pecador!” (Luc. 5:8). Pablo consideró todas
  las cosas como basura para ganar a Cristo (Fil. 3:8).  | 
  
   Jeremías lloró por los pecados de su pueblo (Lam. 2:11).  Jesús lloró sobre Jerusalén (Luc. 19:41–44). Pablo lloró por los santos (Fil. 3:18).  | 
 
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   Aplicación  | 
  
   En la oración,
  confesar continuamente nuestra pobreza espiritual, pidiendo al Señor que nos
  mantenga humildes, hambrientos y blandos ante Él, permitiendo que Su Reino
  reine en nuestros corazones.  | 
  
   Llorar con Dios
  por el pecado, la corrupción y la desolación de la iglesia; interceder con
  esperanza, creyendo en la victoria y restauración venideras de Dios.  | 
 
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   Escrituras Relacionadas  | 
  
   Mat. 5:3; Isa. 57:15; Sal.
  34:18; Sant. 4:6; Luc. 1:53; Isa. 66:2; Apoc. 3:17–18.  | 
  
   Mat. 5:4; Isa. 61:2–3;
  Sal. 126:5–6; Lam. 2:11; Luc. 19:41–44; 2 Cor. 7:10; Rom. 8:22–23.  | 
 
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Resumen de Puntos Clave
- La pobreza en espíritu es el comienzo de la vida del Reino: abre el vaso para que Dios lo
     llene y gobierne.
 - El llorar es la reacción interior de aquellos que
     viven bajo el gobierno del Reino, compartiendo el dolor de Dios por la
     condición caída del mundo y de Su iglesia.
 - La
     verdadera bienaventuranza no está en la felicidad exterior, sino en la
     participación interior en el Reino de Dios, llevando Su carga y
     disfrutando Su consuelo.
 
🕊️ Conclusión
Los pobres en
espíritu son vasos abiertos para recibir el Reino celestial, y los que lloran comparten el corazón de Dios
ante la condición caída del mundo. Tales personas son verdaderamente
bienaventuradas, pues viven bajo el gobierno de Dios y serán consoladas con Su
victoria y Su gloria venidera.
*Consulte la Capacitación
Internacional de Ancianos y Hermanos Responsables de mayo de 2025. Tema
general: Aspectos vitales de Mateo 5-7. Semana 2: Las bendiciones de los que
lloran, las bendiciones de los mansos y las bendiciones de los pacificadores
llamados hijos de Dios.
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