Poner los ojos en Jesús vs. Ver al Cristo glorioso y de
valor supremo
Hebreos 12:2 –
“Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de
la fe; el cual por el gozo puesto delante de Él sufrió la cruz...”
Mateo
14:29-30 – Pedro caminó sobre el mar
hacia Jesús; pero al ver el viento fuerte, tuvo miedo y comenzó a hundirse.
Filipenses
3:8-9 – Pablo consideró todo como
pérdida y basura frente al conocimiento de Cristo, buscando ganar a Cristo.
Colosenses
1:27 – Las riquezas de la gloria
de este misterio entre los gentiles: Cristo en vosotros, la esperanza de
gloria.
Juan 1:14 –
El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, lleno
de gracia y de verdad, y vimos Su gloria.
Aspecto |
Poner
los ojos en Jesús (Hebreos
12:2) |
Ver al
Cristo glorioso y de valor supremo (Filipenses 3:8; Colosenses 1:27; Juan
1:14) |
Significado |
Enfocarse
únicamente en Cristo, apartándose de distracciones, de uno mismo y de las
circunstancias; “poner los ojos” significa mirar fuera de todo lo demás hacia
Jesús. |
Recibir
revelación para contemplar la gloria de Cristo y Su valor supremo,
reconociéndolo como superior a todo y absolutamente precioso. |
Diferencia |
Enfatiza la acción de “volver los ojos” hacia Jesús, implicando
disciplina y práctica diaria. |
Enfatiza la revelación y la visión interior de la gloria de Cristo,
implicando iluminación espiritual. |
Efecto |
Permite a los
creyentes correr la carrera celestial con perseverancia, sin desánimo ni
desviación. |
Hace que los
creyentes abandonen voluntariamente todas las cosas, considerándolas pérdida,
y atesoren a Cristo como la mayor ganancia. |
Ejemplo |
Pedro caminando
sobre el agua: mientras miraba a Jesús tuvo éxito, pero cuando miró las olas
comenzó a hundirse (Mateo 14:29-30). |
Pablo, al ver
el valor supremo de Cristo, abandonó la ley y todas las búsquedas terrenales (Fil. 3:7-9). |
Aplicación |
En la vida
diaria, aprender a apartar la mirada de uno mismo, de los problemas y del
entorno, y enfocarse totalmente en Jesús. |
Buscar
revelación y visión espiritual, contemplando la gloria de Cristo, lo cual
transforma los valores y prioridades. |
Punto Común |
Ambos dirigen
al creyente a Cristo como único centro y satisfacción; ambos llevan a
apartarse del mundo, del yo y del entorno, y a recibir fuerza para el camino
celestial. |
|
Resumen |
“Poner
los ojos en Jesús” es el secreto para correr
la carrera cristiana, implicando enfoque y dependencia continua. |
“Ver
al Cristo glorioso y supremo” es la base de
la visión interior, implicando revelación y transformación de valores. |
Escrituras Clave |
Hebreos 12:2 – “Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe...” |
Filipenses 3:8-9 – “Estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del
conocimiento de Cristo Jesús mi Señor...” |
Puntos
Clave:
- Ambos enfatizan a
Cristo como el enfoque absoluto y el verdadero tesoro.
- Poner los ojos en
Jesús implica la práctica de la fe; ver Su gloria implica revelación.
- Juntos
forman la dinámica de la vida cristiana: visión (ver a Cristo) y acción
(mirar solo a Él).
Conclusión:
Poner los ojos en Jesús mantiene firmes a los creyentes
en la carrera, mientras que ver Su gloria suprema transforma sus valores y
prioridades. Ambos son indispensables y complementarios, señalando a Cristo
como el centro, la fuerza y el tesoro supremo del creyente.
*Consulte el Capacitación
de verano de junio de 2025, Tema general: Experimentar, disfrutar y manifestar
a Cristo (Parte 3), Capítulo 8: Mirar más allá de Jesús, el Autor y Consumador
de nuestra fe; Capítulo 9: La visión, la experiencia, el disfrute y la manifestación
del tesoro supremo de Cristo para la vida genuina de la iglesia.
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