“Paz con Dios vs. Paz con los Hombres”

 

“Paz con Dios vs. Paz con los Hombres”

Mateo 5:9 — “Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.”
Hebreos 12:14 — “Seguid la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.”

Aspecto	Paz con Dios	Paz con los Hombres
Significado	Por medio de la redención de Cristo, el hombre es reconciliado con Dios, restaurado a la comunión, unión y descanso en Él.	Vivir en armonía con los demás en la naturaleza de la vida de Cristo, eliminando divisiones y conflictos, manifestando Su paz entre los hombres.
Causa / Origen	El pecado y el yo separaron al hombre de Dios (Col. 1:21; Rom. 5:10); solo la cruz y la sangre de Cristo traen reconciliación (Ef. 2:14–16).	El orgullo, el egoísmo y los celos causan contiendas (Stg. 4:1–2); solo el amor y la misericordia de la vida de Cristo producen verdadera paz (Rom. 12:18).
Diferencia	Relación vertical — entre Dios y el hombre.	Relación horizontal — entre el hombre y su prójimo.
Explicación	La paz con Dios es el fundamento interior de la vida, trayendo Su presencia, descanso y provisión; es la fuente de toda paz verdadera.	La paz con los hombres es la expresión exterior de la vida, manifestando el carácter de los hijos de Dios y el testimonio del Reino.
Ejemplos	Pablo, antes perseguidor, fue reconciliado con Dios y se convirtió en un vaso de paz (Gál. 1:23–24); los creyentes justificados por la fe tienen paz con Dios (Rom. 5:1).	Jesús reconcilió a los enemigos por medio de la cruz (Ef. 2:16); Bernabé trajo paz y reconciliación en la iglesia (Hch. 9:27; Col. 4:10).
Aplicación	Mantener comunión con Dios cada día, confesando, obedeciendo y disfrutando a Cristo como la paz (Fil. 4:6–7).	En la iglesia, la familia y la vida diaria, ser mansos y misericordiosos, evitando contiendas y edificando en paz (Stg. 3:17–18).
Relación mutua	La paz con Dios es la fuente de la paz con los hombres (Ef. 2:16–17); sin armonía con Dios, el hombre no puede vivir en armonía verdadera con otros.	La paz con los hombres es la manifestación y evidencia de la paz con Dios (1 Jn. 4:20–21); la comunión genuina con Dios produce paz entre los hombres.
Punto clave	La cruz es el fundamento de la paz: reconciliación y unión de vida con Dios.	La paz con los hombres es el fluir de la vida divina, expresión de la filiación y de la naturaleza divina.
Carga / Burden	Dios desea que Su pueblo vuelva a Él, libre del pecado y del yo, viviendo en Su paz y restaurando la comunión espiritual.	El deseo de Dios es que la iglesia exprese Su paz en la tierra—creyentes viviendo en amor y unidad como testimonio de Su Reino (Mt. 5:9; Jn. 17:21).
Versículos relacionados	Col. 1:20–21 — “Haciendo la paz mediante la sangre de Su cruz… vosotros que en otro tiempo estabais alejados.” Rom. 5:1 — “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.” Ef. 2:14–16 — “Porque Él mismo es nuestra paz… reconciliando a ambos con Dios en un solo cuerpo por medio de la cruz.” Fil. 4:6–7 — “La paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.”	Mt. 5:9 — “Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.” Heb. 12:14 — “Seguid la paz con todos y la santidad.” Rom. 12:18 — “Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.” Stg. 3:17–18 — “La sabiduría que desciende de lo alto… es pacífica; y el fruto de justicia se siembra en paz por los que hacen la paz.” Col. 3:15 — “Y la paz de Cristo gobierne en vuestros corazones.”

  

Conclusión: 

Toda paz verdadera comienza con Dios; la reconciliación en Cristo trae descanso y unidad reales.

Los pacificadores son bienaventurados—manifiestan la naturaleza de Dios, traen paz a los hombres y son llamados hijos de Dios.

  

*Consulte la Capacitación Internacional de Ancianos y Hermanos Responsables de mayo de 2025. Tema general: Aspectos vitales de Mateo 5-7. Semana 2: Las bendiciones de los que lloran, las bendiciones de los mansos y las bendiciones de los pacificadores llamados hijos de Dios.