2025年10月20日 星期一

“Ver a Dios es recibir a Dios” vs “Ver a Dios equivale a ganar a Dios”

 

“Ver a Dios es recibir a Dios” vs “Ver a Dios equivale a ganar a Dios”

Mateo 5:8 “Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.”
2 Cor. 3:18 “De gloria en gloria, como por el Espíritu del Señor.”
 

Aspecto

Ver a Dios es recibir a Dios

Ver a Dios equivale a ganar a Dios

Significado

Ver a Dios no es una visión externa u objetiva, sino una experiencia interior: Dios entra en nosotros como vida para suplirnos y constituirnos.

Ver a Dios significa obtener a Dios mismo; somos constituidos y transformados con Su vida y naturaleza para expresarlo (aunque no en Su deidad).

Razón

Porque Dios es el Espíritu procesado y consumado; al contemplarlo, Su elemento divino entra en nosotros para renovarnos y transformarnos.

Porque al ver a Dios, obtenemos todo lo que Él es: Su vida, Su naturaleza y Su gloria, hasta llegar a ser uno con Él.

Diferencia

“Recibir a Dios” enfatiza la entrada y renovación de la vida divina dentro de nosotros.

“Ganar a Dios” enfatiza la constitución y transformación del hombre con el mismo Dios.

Explicación

Ver a Dios es recibir Su elemento, como alimento divino que entra en nosotros para renovarnos interiormente.

Ver a Dios nos hace parte de Él en vida y naturaleza, expresando Su gloria y representándolo con Su autoridad.

Ejemplo

Job “vio” a Dios y recibió revelación y luz; interiormente fue renovado y se aborreció a sí mismo (Job 42:5–6).

Job, al ver a Dios, ganó a Dios en su experiencia; Pablo contempló la gloria del Señor y fue transformado (2 Cor. 3:18).

Aplicación

Cada mañana, en el espíritu, contemplemos al Señor y oremos con Su Palabra, permitiendo que Su elemento divino se añada en nosotros para nuestra renovación diaria.

Continuamente contemplemos a Dios en el espíritu para ser constituidos con Su gloria, expresándolo y representándolo en nuestra vida.

Relación mutua

“Recibir a Dios” es el inicio de “ganar a Dios”; sin recibir no hay ganancia.

“Ganar a Dios” es el resultado de “recibir a Dios”; cuanto más recibimos, más plenamente lo ganamos—ambos son un proceso orgánico.

Pasajes bíblicos

- 2 Cor. 3:16, 18 “Contemplando como en un espejo la gloria del Señor… somos transformados en Su misma imagen.”
- 2 Tim. 4:22 “El Señor esté con tu espíritu.
- Juan 1:12 “A todos los que le recibieron… les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.

- Job 42:5–6 “De oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven; por eso me aborrezco.”
- Apoc. 22:4 “Verán Su rostro…”
- Mateo 13:19–23 “El corazón es la tierra donde crece la semilla de vida.”

 

Puntos clave

1.      Ver a Dios = Recibir a Dios Dios entra en el hombre para renovarlo interiormente.

2.      Ver a Dios = Ganar a DiosEl hombre es constituido con Dios para expresar Su gloria.

3.      El corazón limpioSolo un corazón puro y sencillo puede ver y ganar verdaderamente a Dios.

4.      Progresión espiritualVer RecibirGanarSer transformadoSer uno con Dios.

 

📜 Conclusión

Los de limpio corazón verán a Dios. Esta visión no es externa, sino una experiencia interior. Al contemplar a Dios en nuestro espíritu, Su elemento divino entra en nosotros para renovarnos y transformarnos. Finalmente, lo ganamos a Él mismo, llegando a ser Su expresión en vida y naturaleza. Ver a Dios equivale a recibirlo y ganarlo, viviendo así la realidad del reino de los cielos.

 

*Consulte el tema general de la capacitación internacional de ancianos y hermanos responsables de mayo de 2025: Mateo 5-7 Aspectos vitales Capítulo 1 La bendición de los pobres en espíritu y los limpios de corazón, que están bajo el gobierno celestial de Cristo, el nuevo Rey, y que ven a Dios y se expresan en su vida, y tienen su autoridad para representarlo.

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