“Ver a Dios es recibir a Dios” vs “Ver a Dios equivale a ganar a Dios”
Mateo
5:8 “Bienaventurados los de limpio corazón, porque
ellos verán a Dios.”
2 Cor. 3:18 “De gloria en gloria, como por el Espíritu
del Señor.”
Aspecto |
Ver a Dios es recibir a Dios |
Ver a Dios equivale a ganar a Dios |
Significado |
Ver a Dios no
es una visión externa u objetiva, sino una experiencia interior: Dios entra
en nosotros como vida para suplirnos y constituirnos. |
Ver a Dios
significa obtener a Dios mismo; somos constituidos y transformados con Su
vida y naturaleza para expresarlo (aunque no en Su deidad). |
Razón |
Porque Dios es
el Espíritu procesado y consumado; al contemplarlo, Su elemento divino entra
en nosotros para renovarnos y transformarnos. |
Porque al ver a
Dios, obtenemos todo lo que Él es: Su vida, Su naturaleza y Su gloria, hasta
llegar a ser uno con Él. |
Diferencia |
“Recibir a
Dios” enfatiza la entrada y
renovación de la vida divina dentro de nosotros. |
“Ganar a Dios”
enfatiza la constitución y
transformación del hombre con el mismo Dios. |
Explicación |
Ver a Dios es
recibir Su elemento, como alimento divino que entra en nosotros para
renovarnos interiormente. |
Ver a Dios nos
hace parte de Él en vida y naturaleza, expresando Su gloria y representándolo
con Su autoridad. |
Ejemplo |
Job “vio” a
Dios y recibió revelación y luz; interiormente fue renovado y se aborreció a
sí mismo
(Job 42:5–6). |
Job, al ver a
Dios, ganó a Dios en su experiencia; Pablo contempló la gloria del Señor y
fue transformado (2 Cor. 3:18). |
Aplicación |
Cada mañana, en
el espíritu, contemplemos al Señor y oremos con Su Palabra, permitiendo que
Su elemento divino se añada en nosotros para nuestra renovación diaria. |
Continuamente
contemplemos a Dios en el espíritu para ser constituidos con Su gloria,
expresándolo y representándolo en nuestra vida. |
Relación mutua |
“Recibir a
Dios” es el inicio de “ganar a Dios”; sin recibir no hay ganancia. |
“Ganar a Dios”
es el resultado de “recibir a Dios”; cuanto más recibimos, más plenamente lo
ganamos—ambos son un proceso orgánico. |
Pasajes bíblicos |
- 2 Cor. 3:16, 18 “Contemplando como en un espejo la gloria del Señor… somos
transformados en Su misma imagen.” |
- Job 42:5–6 “De oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven; por eso
me aborrezco.” |
✨
Puntos clave
1. Ver a Dios = Recibir a Dios →
Dios entra en el hombre para renovarlo interiormente.
2. Ver a Dios = Ganar a Dios → El
hombre es constituido con Dios para expresar Su gloria.
3. El corazón
limpio → Solo un corazón puro y sencillo puede ver y ganar
verdaderamente a Dios.
4. Progresión
espiritual → Ver → Recibir
→ Ganar → Ser
transformado → Ser uno con Dios.
📜 Conclusión
Los de limpio corazón verán a Dios. Esta visión no es
externa, sino una experiencia interior. Al contemplar a Dios en nuestro
espíritu, Su elemento divino entra en nosotros para renovarnos y
transformarnos. Finalmente, lo ganamos a Él mismo, llegando a ser Su expresión
en vida y naturaleza. Ver a Dios equivale a recibirlo y ganarlo, viviendo así
la realidad del reino de los cielos.
*Consulte el tema general
de la capacitación internacional de ancianos y hermanos responsables de mayo de
2025: Mateo 5-7 Aspectos vitales Capítulo 1 La bendición de los pobres en
espíritu y los limpios de corazón, que están bajo el gobierno celestial de Cristo,
el nuevo Rey, y que ven a Dios y se expresan en su vida, y tienen su autoridad
para representarlo.
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