La Misericordia de Dios vs. La Condición del Hombre

 

La Misericordia de Dios vs. La Condición del Hombre

Ef. 2:4–5 “Pero Dios, siendo rico en misericordia, por Su gran amor con que nos amó, aun cuando estábamos muertos en delitos, nos dio vida juntamente con Cristo—por gracia habéis sido salvos.”
Mt. 9:13 “Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio; porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores.”
Ro. 9:16 “Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.”

Aspecto	Misericordia de Dios	Condición del Hombre
Significado	La misericordia de Dios es la expresión más profunda y lejana de Su amor; alcanza al hombre en su estado más indigno, miserable y caído.	La condición del hombre es caída, pobre, miserable, impura e incapaz; totalmente indigna del amor y la gracia de Dios.
Razón	Porque Dios es rico en misericordia (Ef. 2:4), mira con compasión y extiende Su mano para salvar a los que están en la condición más baja.	El hombre, por el pecado, se apartó de la imagen y gloria de Dios, viviendo en incredulidad, corrupción y tinieblas (Ro. 3:23; 11:32).
Diferencia	La misericordia alcanza al indigno y lo introduce en la gracia; la gracia suple a los que fueron calificados por la misericordia.	La condición del hombre ni siquiera merece gracia; primero necesita ser alcanzado por la misericordia de Dios.
Explicación	La misericordia llega más lejos que la gracia. El amor produce la gracia, y la gracia se extiende como misericordia. La misericordia es un puente que conecta a Dios con el hombre caído, llevándolo al ámbito de la gracia (Mt. 9:13; He. 4:16).	El hombre estaba muerto en delitos y pecados (Ef. 2:1), sin poder hacer el bien, bajo el dominio del pecado, la muerte, el mundo y la carne.
Propósito	Rescatar al hombre de su condición miserable y llevarlo al disfrute de la gracia de Dios (Ef. 2:5–7).	Manifestar la incapacidad del hombre para alcanzar el estándar de Dios y dirigir su esperanza solamente a la misericordia (Ro. 9:16).
Ejemplos	(1) El hijo pródigo—el padre fue movido a compasión (Lc. 15:20–24); la misericordia vino primero, luego la gracia se manifestó. (2) Jesús tuvo compasión de los ciegos, leprosos y pecadores (Mt. 9:27; Mr. 1:41). (3) Pablo recibió misericordia como el principal de los pecadores (1 Ti. 1:13–16).	(1) El hijo pródigo alimentando cerdos—muestra el estado degradado del hombre. (2) El recaudador de impuestos golpeando su pecho: “Dios, sé propicio a mí, pecador” (Lc. 18:13). (3) Pablo reconociéndose como el primero de los pecadores.
Aplicación	No debemos confiar en nuestra intención o esfuerzo, sino en el Dios que muestra misericordia (Ro. 9:16). Cuando estamos débiles o caídos, debemos acercarnos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro (He. 4:16).	Reconocer que somos miserables, pobres, ciegos y desnudos (Ap. 3:17), sin jactarnos de justicia propia, sino buscando Su misericordia.
Relación	La misericordia es el flujo más bajo del amor; la gracia es la expresión del amor. La misericordia alcanza la condición del hombre y lo introduce en la gracia para conocer el amor de Dios.	La condición del hombre da oportunidad a que la misericordia de Dios opere. A través de la incredulidad y el fracaso del hombre, Dios manifiesta Su misericordia y Su salvación (Ro. 11:32).
Carga	Mostrar a los creyentes que aún hoy necesitamos constantemente la misericordia de Dios en la salvación, el servicio y el crecimiento en la vida.	Humillarnos y reconocer que en muchos aspectos todavía necesitamos Su misericordia para cubrirnos y restaurarnos.
Palabra profética / Exhortación	La misericordia es el alcance más lejano del amor de Dios. Nadie puede gloriarse, sino decir: “¡Dios, sé propicio a mí, pecador!” (Lc. 18:13). Debemos exaltar Su misericordia y testificar cómo nos alcanzó en nuestra debilidad.	Animar a otros a apartarse de la justicia propia y el orgullo, y regresar al Padre como el hijo pródigo, diciendo: “Padre, no soy digno”, para experimentar Su abrazo misericordioso.
Conclusión	La misericordia de Dios es más grande que el fracaso del hombre y llega más lejos que la gracia. Primero viene la misericordia para calificarnos para la gracia y disfrutar de Su amor y salvación.	Cuanto peor sea la condición del hombre, tanto más se magnifica la misericordia de Dios. Nuestra esperanza no está en nosotros mismos, sino en el Dios que muestra misericordia.
Escrituras detalladas	Ro. 11:32 “Porque Dios sujetó a todos en desobediencia, para tener misericordia de todos.” He. 4:16 “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.” Lc. 15:20–24 “…cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello y lo besó… ‘Porque este mi hijo muerto era y ha revivido; se había perdido y es hallado.’ ”

 

✨ Resumen esencial 

La misericordia de Dios es el puente que une su amor con la condición humana caída.

La impotencia humana es la oportunidad para que la misericordia de Dios resplandezca.

La misericordia nos alcanza donde estamos, nos introduce en la gracia y nos permite disfrutar de la plenitud de su amor.

 

*Consulte la Capacitación Internacional de Ancianos y Hermanos Responsables de mayo de 2025, Tema General: Mateo Capítulos 5-7, Parte 4: Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia y recibirán misericordia.