¿Por qué oramos a Dios?
Lucas 11:1–13 — Jesús enseña a los discípulos
a orar y promete el Espíritu Santo.
Salmo 5:3 — "Oh Señor, por la mañana escucharás mi voz; por la mañana te
presentaré mis peticiones y velaré."
Isaías 50:4 — Dios da lengua de aprendiz para sostener al fatigado; cada
mañana nos despierta para enseñanza.
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Aspecto |
¿Por qué oramos a Dios? |
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Significado |
Orar hacia Dios
significa conectar nuestro espíritu con Él, entrar en Su presencia y
permanecer en Él. No es solo hablar con Dios, sino permitir que nuestra vida
sea constituida y llenada por Él. |
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Razón |
Naturalmente
somos distraídos y fácilmente nos alejamos de Dios, sin habitar en Él (Lucas 11:1–13; Sal 5:3;
Isa 50:4). La oración nos permite volver a Él y
permanecer en Su presencia, recibiendo renovación por Su Espíritu y Palabra. |
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Método |
1.
Pasar las mañanas con Dios, orando para entrar en Su presencia (Sal
5:3). |
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Efecto |
1. Entramos en la presencia de Dios y recibimos Su provisión y abundancia. |
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Explicación |
La verdadera oración
no es actividad religiosa, sino entrar en Dios mismo. Permite que nuestro
espíritu le contacte, sea renovado, transformado y constituido por Él. |
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Ejemplo |
1. Jesús oraba solo temprano en la mañana (Marcos 1:35) y a menudo subía al monte a orar (Lucas 6:12). |
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Aplicación |
1.
Comenzar cada día orando para entrar en la presencia de Dios. |
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Carga |
Dios desea que
Le demos más que nuestras peticiones — quiere que seamos Su morada. La
verdadera oración es para que Dios nos posea, no solo para obtener Su ayuda. |
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Guía profética |
1. La oración es entrar en Dios, no solo pedir. |
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Conclusión |
Orar hacia Dios
es el núcleo de la vida espiritual del creyente. Nos llena de Dios, ilumina
nuestro corazón, provee sustento y se convierte en la morada de Dios. El
resultado de la verdadera oración es Cristo formado en nosotros, no logros
externos. |
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Escrituras relacionadas |
Gálatas 2:20 — "Con Cristo estoy juntamente
crucificado; y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí." |
Puntos clave y resumen:
l El objetivo principal
de la oración no es pedir cosas, sino entrar
en Dios y permanecer en Él.
l Los
pensamientos distraídos y el egocentrismo nos alejan de Dios; solo la oración puede llevarnos de vuelta a su presencia.
l La verdadera oración consiste en negarse a uno mismo, invocar al Señor y recibir al
Espíritu Santo como sustento vital.
l Resultado: Llenos de Dios, iluminados, renovando nuestra vida y capaces de
iluminar a otros.
Conclusión:
La esencia de la oración es: «Ya no soy yo, sino Cristo».
*Please refer to the May
2025 International Elders and Responsible Brothers Training: General Topic:
Matthew Chapters 5-7 - Extremely Important Aspects - Week 3: Prayer for
Essential Kingdom Life
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