La Presencia de Dios vs la Presencia del Señor vs la Presencia del Espíritu

 

La Presencia de Dios vs la Presencia del Señor vs la Presencia del Espíritu

Emanuel: Dios con nosotros — revelación y experiencia

Mateo 1:23: «He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamarán Emanuel». (Emanuel significa «Dios con nosotros»).

Juan 1:14: El Verbo se hizo carne y plantó su tabernáculo entre nosotros, lleno de gracia y realidad. Hemos visto su gloria, la gloria del Hijo unigénito, que vino del Padre.

Juan 14:16: «Yo rogaré al Padre, y él les dará otro Consolador, que estará con ustedes para siempre».

Juan 14:17: «El Espíritu de realidad, a quien el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce. Pero ustedes lo conocen, porque mora con ustedes y estará en ustedes».

2 Corintios 13:14: «Que la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos ustedes».

Aspecto	La Presencia de Dios	La Presencia del Señor	La Presencia del Espíritu  (el Emanuel práctico)
Significado	Dios con el hombre, indicando cercanía, acompañamiento y dirección	Cristo encarnado como Emanuel, personalmente con Su pueblo	El Dios Triuno procesado y consumado como el Espíritu vivificante que mora en los creyentes
Razón	Dios desea cumplir Su economía estando con Su pueblo	Dios se hizo carne para entrar en la humanidad	Para impartirse a Sí mismo dentro del hombre de manera interior y real
Figura	El rostro de Dios, el camino de Dios, Dios yendo con Su pueblo	La presencia y la sonrisa del Rey-Salvador	El Consolador interior, “otro” que mora dentro
Efecto	Dirección, reposo, orientación y protección	Sabiduría, visión, discernimiento y victoria	Suministro de vida, transformación y dispensación divina
Explicación	Dios puede ayudar sin conceder Su presencia	La ayuda del Señor no equivale a Su presencia	La guía y el testimonio del Espíritu son Su presencia
Relación mutua	La fuente y el origen	La encarnación y expresión	La realidad y consumación interior
Ejemplos	Moisés disfrutando la presencia de Dios  (Éx. 33:14)	José prosperando porque el Señor estaba con él  (Gn. 39:2–5)	Pablo viviendo con el Señor en su espíritu  (2 Tim. 4:22)
Aplicación	Evaluar todo según si la presencia de Dios está allí	Ser gobernados por la presencia y la sonrisa del Señor	Andar conforme al Espíritu y vivir con Él
Carga	Mejor detenerse que perder la presencia de Dios	No buscar solo la ayuda del Señor, sino Su presencia	Pasar de la doctrina a la experiencia: vivir en Emanuel
Guía para profetizar	La presencia de Dios es el camino y la norma	La presencia del Señor es el principio rector	La presencia del Espíritu es la realidad del Nuevo Testamento
Conclusión	Sin la presencia de Dios, todo se pierde	La presencia del Señor lo es todo para nosotros	Hoy Emanuel es el Espíritu en nuestro espíritu
Pasajes relacionados	Éx. 33:14; Sal. 27:4, 8; Sal. 51:11	Mat. 1:23; Mat. 28:20; 2 Co. 2:10	Jn. 14:16–20; Ro. 8:14, 16; Gá. 2:20; 2 Tim. 4:22; 2 Co. 13:14

 

Puntos Clave (Resumen):

1.      La presencia de Dios → la presencia del Señor → la presencia del Espíritu es una revelación progresiva.

2.      El Emanuel práctico hoy es el Espíritu que mora en nuestro espíritu.

3.      Vivir con Cristo no depende de métodos, sino de Su presencia.

4.      Todo el Nuevo Testamento es la historia y la realidad de Emanuel, que culmina en la Nueva Jerusalén.

*Consulte el Simposio Internacional de Acción de Gracias de 2025 sobre el Cristo Todo-Inclusivo Revelado en el Evangelio de Mateo, Tercera Parte: Jesús: El Nombre de Rey y Salvador Dado por Dios, y Emanuel: El Nombre Llamado Rey y Salvador por el Hombre.