Bienaventurados los Pobres en Espíritu (Mateo 5:3)

 

Bienaventurados los Pobres en Espíritu (Mateo 5:3)

Mt. 5:3 — “Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.”

Aspecto	Bienaventurados los Pobres en Espíritu (Mateo 5:3)
Significado	“Pobres en espíritu” se refiere a la persona que, en lo profundo de su espíritu humano, está vacía de sí misma, reconociendo su necesidad de Dios y dependiendo solo de Él. El “espíritu” aquí es el espíritu humano, no el Espíritu Santo. Ser pobre en espíritu significa estar vacío para recibir las cosas nuevas del reino de los cielos.
Símbolo / Representación	① Un espíritu humilde y contrito (Is. 66:2); ② Un vaso vacío, preparado para recibir el reino de Dios; ③ Un corazón que tiembla ante la palabra de Dios; ④ Un espíritu manso y tranquilo, sin orgullo ni autosuficiencia.
Resultado / Efecto	① De ellos es el reino de los cielos — participan hoy en la realidad de la vida de la iglesia y en el futuro en la manifestación del reino; ② Su espíritu se convierte en el canal donde Dios puede fluir y llenar libremente; ③ Reciben continuamente revelaciones y experiencias frescas de Cristo; ④ Llegan a ser aquellos en quienes Dios se deleita y a quienes mira con favor.
Explicación	Ser pobre en espíritu no significa tener un espíritu débil, sino un espíritu vacío. Esta pobreza permite dejar las experiencias, conocimientos y logros antiguos, para recibir el suministro fresco de Dios. Cuando el espíritu está lleno de otras cosas, aun de buenas, no hay espacio para el Señor. La verdadera humildad no es externa, sino interna en el espíritu, suave, abierta y receptiva.
Ejemplos	① Isaías — vio al Señor y confesó su impureza (Is. 6:5); ② El publicano — “Dios, sé propicio a mí, pecador” (Lc. 18:13); ③ Pablo — consideró todo como pérdida por Cristo (Fil. 3:8); ④ Pedro — aprendió a tener “el espíritu afable y apacible” (1 Pe. 3:4).
Aplicación	① Orar cada día: “Señor, vacíame; hazme pobre en espíritu para que pueda contenerte más.” ② Dejar las experiencias y satisfacciones pasadas, manteniéndose fresco y abierto. ③ Mantener un corazón sensible y temeroso ante la palabra de Dios. ④ Practicar la humildad y el vaciamiento en la vida de iglesia, para que el reino se manifieste entre nosotros.
Escrituras Relacionadas	Mt. 5:3 — “Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.” Is. 66:2 — “Pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a Mi palabra.” Mt. 4:17 — “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.” Lc. 18:13–14 — “El publicano...decía: Dios, sé propicio a mí, pecador... Este descendió a su casa justificado.” Fil. 3:8 — “Estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor.” 1 Pe. 3:4 — “El incorruptible adorno de un espíritu afable y apacible, que es de gran valor delante de Dios.”
Resumen Clave	Ser pobre en espíritu es vaciarse para hacer espacio a Dios — es la primera y fundamental bienaventuranza en Mateo 5, la entrada al reino de los cielos y la base para experimentar continuamente el fluir divino.
Conclusión	Los pobres en espíritu son aquellos que han vaciado su interior para ser llenos de Dios. Ellos disfrutan hoy la realidad del reino en la vida de la iglesia y participarán en su manifestación plena en la era venidera.

  

*Consulte el tema general de la capacitación internacional de ancianos y hermanos responsables de mayo de 2025: Mateo 5-7 Aspectos vitales Capítulo 1 La bendición de los pobres en espíritu y los limpios de corazón, que están bajo el gobierno celestial de Cristo, el nuevo Rey, y que ven a Dios y se expresan en su vida, y tienen su autoridad para representarlo.