Cómo Tomar a Cristo como la Ofrenda por el Pecado para
Tratar con el Viejo Hombre, la Carne, el Pecado, Satanás, el Mundo y el
Príncipe de Este Mundo
1 Jn. 1:8–9 – “Si decimos que no tenemos
pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si
confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados
y limpiarnos de toda maldad.”
Jn. 1:29 – “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.”
Rom. 6:6 – “Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado
juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no
sirvamos más al pecado.”
Aspecto |
Cómo Tomar a Cristo como la Ofrenda por el Pecado para Tratar con el Viejo Hombre, la Carne, el Pecado, Satanás, el Mundo y el Príncipe de Este Mundo |
Significado |
Tomar a Cristo
como la ofrenda por el pecado no es solo confesar pecados, sino aplicar Su
cruz para tratar con el viejo hombre, la carne, el pecado, Satanás, el mundo
y el príncipe de este mundo. Esto permite a los creyentes vivir en la
comunión divina y en la libertad de la ley del Espíritu de vida (Rom. 8:2–3; Jn. 12:31;
Heb. 2:14). |
Razón |
1. El pecado es la naturaleza maligna de Satanás inyectada en el hombre,
operando como una ley (Rom. 5:12; 7:17–23). |
Método |
1. Permanecer en la comunión en la luz, confesando pecados (1 Jn.
1:5–9). |
Explicación |
La ofrenda por
el pecado revela que la cruz de Cristo ha tratado con todo factor negativo
que se opone a Dios: el viejo hombre, la carne, el pecado, Satanás, el mundo
y el príncipe de este mundo. Tomar a Cristo no es solo “confesar pecados”,
sino aceptar un hecho consumado: Su muerte ya condenó el pecado, crucificó al
viejo hombre, abolió a Satanás, juzgó al mundo y echó fuera a su príncipe.
Cuando confesamos en la luz y tenemos comunión con Dios, experimentamos esta
realidad y espontáneamente vivimos en la ley del Espíritu de vida,
suministrando a otros como sacerdotes (Lv. 10:17; 1 Jn. 5:16). |
Ejemplo |
1.
Isaías vio la gloria de Dios y confesó su pecado (Is. 6:5). |
Aplicación |
1.
En la vida diaria, cuando la carne, el pecado, el mundo o el poder de Satanás
operan, aplicar inmediatamente la muerte de Cristo. |
Versículos Relacionados |
Rom. 8:2–3 – “Porque la ley del Espíritu de vida en
Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. Porque lo que
era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando
a su propio Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado,
condenó al pecado en la carne.” |
Puntos
Claves:
- La ofrenda por el
pecado de Cristo es un trato completo con el pecado, el viejo hombre, la
carne, Satanás, el mundo y su príncipe.
- La confesión en
comunión permite a los creyentes experimentar esta realidad.
- Vivir en la ley
del Espíritu de vida trae liberación y capacita para suministrar a otros.
Conclusión:
Tomar a Cristo como la ofrenda por el pecado no es solo
confesar pecados, sino aplicar Su cruz como la solución plena de Dios al viejo
hombre, la carne, el pecado, Satanás, el mundo y el príncipe de este mundo.
Permaneciendo en la comunión divina y en la luz, los creyentes experimentan la
liberación y pueden suministrar a otros en el Cuerpo de Cristo.
*Consulte el tema general
de la capacitación de verano de junio de 2025: Experimentar, disfrutar y
manifestar a Cristo (Parte 3), capítulo 11: La comunión de la vida eterna: la
realidad de vivir en el Cuerpo de Cristo.
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