2025年10月5日 星期日

Cómo Tomar a Cristo como la Ofrenda por el Pecado para Tratar con el Viejo Hombre, la Carne, el Pecado, Satanás, el Mundo y el Príncipe de Este Mundo

 

Cómo Tomar a Cristo como la Ofrenda por el Pecado para Tratar con el Viejo Hombre, la Carne, el Pecado, Satanás, el Mundo y el Príncipe de Este Mundo

1 Jn. 1:8–9 – “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.”
Jn. 1:29 – “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.”
Rom. 6:6 – “Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.”
 

Aspecto

 Cómo Tomar a Cristo como la Ofrenda por el Pecado para Tratar con el Viejo Hombre, la Carne, el Pecado, Satanás, el Mundo y el Príncipe de Este Mundo

Significado

Tomar a Cristo como la ofrenda por el pecado no es solo confesar pecados, sino aplicar Su cruz para tratar con el viejo hombre, la carne, el pecado, Satanás, el mundo y el príncipe de este mundo. Esto permite a los creyentes vivir en la comunión divina y en la libertad de la ley del Espíritu de vida (Rom. 8:2–3; Jn. 12:31; Heb. 2:14).

Razón

1. El pecado es la naturaleza maligna de Satanás inyectada en el hombre, operando como una ley (Rom. 5:12; 7:17–23).
2. La carne es la morada y el órgano del pecado (Rom. 7:18).
3. El viejo hombre está unido al pecado y debe ser crucificado con Cristo (Rom. 6:6).
4. Satanás es la personificación del pecado y debe ser destruido en la cruz (Heb. 2:14).
5. El mundo y su príncipe (Satanás) son un sistema en rebelión contra Dios y deben ser juzgados (Jn. 12:31; Lc. 4:5–8).

Método

1. Permanecer en la comunión en la luz, confesando pecados (1 Jn. 1:5–9).
2. Por fe, tomar a Cristo como la ofrenda por el pecado y por la culpa (Lv. 4:3; 5:6; Rom. 8:3).
3. Declarar los hechos consumados: el viejo hombre crucificado, el pecado en la carne condenado, Satanás abolido, el mundo juzgado y su príncipe echado fuera (Rom. 6:6; 8:3; Heb. 2:14; Jn. 12:31).
4. Vivir por la ley del Espíritu de vida, caminando en el Espíritu, no confiando en uno mismo (Rom. 8:2; Fil. 3:3).

Explicación

La ofrenda por el pecado revela que la cruz de Cristo ha tratado con todo factor negativo que se opone a Dios: el viejo hombre, la carne, el pecado, Satanás, el mundo y el príncipe de este mundo. Tomar a Cristo no es solo “confesar pecados”, sino aceptar un hecho consumado: Su muerte ya condenó el pecado, crucificó al viejo hombre, abolió a Satanás, juzgó al mundo y echó fuera a su príncipe. Cuando confesamos en la luz y tenemos comunión con Dios, experimentamos esta realidad y espontáneamente vivimos en la ley del Espíritu de vida, suministrando a otros como sacerdotes (Lv. 10:17; 1 Jn. 5:16).

Ejemplo

1. Isaías vio la gloria de Dios y confesó su pecado (Is. 6:5).
2. Pedro encontró al Señor y dijo: “Soy hombre pecador” (Lc. 5:8).
3. Pablo admitió: “El querer el bien está en mí, pero no el hacerlo” (Rom. 7:18), y declaró: “¡Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro!” (Rom. 7:25).
4. Los creyentes en oración son alumbrados para confesar profundamente y experimentar la liberación mediante la cruz.

Aplicación

1. En la vida diaria, cuando la carne, el pecado, el mundo o el poder de Satanás operan, aplicar inmediatamente la muerte de Cristo.
2. En oración, permanecer en la comunión para que la luz exponga el pecado, y confesarlo.
3. En el servicio y el pastoreo, disfrutar a Cristo como la ofrenda por el pecado para llevar los problemas de otros (Lv. 10:17; 1 Jn. 5:16).
4. En la vida de iglesia, aplicar la cruz contra la ambición y la contienda provenientes de la carne y del príncipe del mundo, preservando la unidad (Gál. 5:24–26).

Versículos Relacionados

Rom. 8:2–3 – “Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su propio Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne.”
Heb. 2:14 – “Para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo.”
Jn. 12:31 – “Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera.”
Gál. 5:24–26 – “Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. No busquemos la vana gloria, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.

 

Puntos Claves:

  • La ofrenda por el pecado de Cristo es un trato completo con el pecado, el viejo hombre, la carne, Satanás, el mundo y su príncipe.
  • La confesión en comunión permite a los creyentes experimentar esta realidad.
  • Vivir en la ley del Espíritu de vida trae liberación y capacita para suministrar a otros.

 

Conclusión:

Tomar a Cristo como la ofrenda por el pecado no es solo confesar pecados, sino aplicar Su cruz como la solución plena de Dios al viejo hombre, la carne, el pecado, Satanás, el mundo y el príncipe de este mundo. Permaneciendo en la comunión divina y en la luz, los creyentes experimentan la liberación y pueden suministrar a otros en el Cuerpo de Cristo.

 

*Consulte el tema general de la capacitación de verano de junio de 2025: Experimentar, disfrutar y manifestar a Cristo (Parte 3), capítulo 11: La comunión de la vida eterna: la realidad de vivir en el Cuerpo de Cristo.

沒有留言:

張貼留言