El Dios Triuno Revelado en las Epístolas de Juan
1 Juan 4:9-14: “Dios envió a
su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de él… El Padre envió al
Hijo para ser el Salvador del mundo”.
1 Juan 4:13: “En esto conocemos que permanecemos en él y él en nosotros, en que nos ha dado su Espíritu”.
Aspecto |
El Padre (Fuente, Iniciador) |
El Hijo (Manifestación, Consumador) |
El Espíritu (Realidad, Aplicador) |
Significado |
El Padre es la
fuente de la vida eterna, el único iniciador y planificador; todo proviene de
Él y vuelve a Él (1 Jn 1:2–3; 4:9–14). |
El Hijo es la
“Palabra de vida”, manifestado desde y con el Padre para impartir vida eterna
a los creyentes (1 Jn 1:1–2; 4:9; 5:11–12). |
El Espíritu es
el Espíritu de verdad y de realidad, aplicando todo lo que el Padre y el Hijo
son dentro de los creyentes, produciendo la morada mutua (1 Jn 3:24; 4:13; 5:6). |
Símbolos |
🔹Fuente de vida—el
principio del río de agua de vida en la Nueva Jerusalén (Ap 22:1). |
🔹Manantial de vida—brotando
del Padre (Jn 4:14; Ap 22:1). |
🔹Río de vida—fluyendo
dentro de los creyentes, haciendo real la comunión (1 Jn 4:13; Ap
22:1–2). |
Eficacia |
Engendra a los
creyentes como hijos de Dios y los introduce en la comunión de vida (1 Jn 3:1; 5:11). |
Destruye las
obras del diablo (1 Jn 3:8), cumple la redención y permite que
los creyentes vivan por Él (4:9). |
Hace que los
creyentes sepan que Dios mora en ellos (1 Jn 4:13), produciendo la
morada mutua y el amor divino manifestado (1:6–7). |
Distinción |
Origen e
iniciación; el amor es Su naturaleza y motivo. |
Manifestación y
cumplimiento mediante encarnación, cruz y resurrección. |
Aplicación y
realización—imparte la vida y el amor del Padre y del Hijo dentro de los
creyentes. |
Ejemplos |
El Padre envía
al Hijo
(4:14), da la vida (5:11), engendra hijos (3:1). |
El Hijo es la
propiciación (4:10), el Abogado justo (2:1), destruye las obras del diablo (3:8). |
El Espíritu
mora en los creyentes (3:24; 4:13), dando testimonio de la morada
mutua (4:13–15). |
Aplicación |
Vivir por el
amor del Padre y disfrutar Su suministro de vida (3:1). |
Vencer el pecado
y el mundo mediante la vida del Hijo (5:4–5). |
Vivir por el
Espíritu—experimentando la unción, la morada y el fluir del amor divino (2:27; 4:13–16). |
Relación Mutua |
El Padre es la
fuente, el Hijo la expresión y el Espíritu la realización. El Dios Triuno
mora y fluye mutuamente dentro de los creyentes (1 Jn 4:13–16; 5:20). |
||
Textos Clave |
1 Juan 1:2-3: “Esta vida se ha manifestado… para que tengan comunión con
nosotros”. 1 Juan 1:6-7: “Si andamos en la luz… tenemos comunión unos con otros”. 1 Juan 3:1: “Qué gran amor nos ha otorgado el Padre… para que seamos
llamados hijos de Dios”. 1 Juan 5:11-12: “Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en su Hijo”. Apocalipsis 22:1-2: “Un río de agua de vida, resplandeciente como el cristal,
fluye del trono de Dios y del Cordero”. 2 Juan 9: “El que permanece en la
enseñanza de Cristo, tiene al Padre y al Hijo”. |
Resumen
Temático — El Misterio de la Comunión de la Vida
Eterna
1.
La comunión (koinonía) es el fluir y la impartición de la vida
divina—el Padre como fuente, el Hijo como manantial y el Espíritu como río
(1 Jn 1:3–4; Ap 22:1).
2.
Este fluir es la
realidad del Cuerpo de Cristo y de la vida práctica de la iglesia, en la cual
Cristo tiene la preeminencia (Col 1:18).
3. El resultado final de este fluir es la Nueva
Jerusalén—la consumación total de la vida eterna (Ap 22:1–2).
Puntos
Clave:
Punto Central |
Explicación |
Padre—Fuente |
Origen e
impartición del amor y la vida divina. |
Hijo—Manantial |
Manifestación y
cumplimiento de la vida mediante la redención. |
Espíritu—Río |
Aplicación y
realización de la vida divina dentro de los creyentes. |
Comunión—El Dios Triuno que Fluye |
El fluir del
Padre, del Hijo y del Espíritu introduce a los creyentes en la morada mutua y
en el disfrute eterno de Dios. |
Conclusión:
Las epístolas de Juan revelan al Dios Triuno que fluye—el Padre como la fuente, el Hijo como la
manifestación y el Espíritu como la realización.
Por medio de este fluir divino, los creyentes son introducidos en la comunión de la vida eterna,
participando de la morada mutua de Dios
y el hombre, que culmina en la
Nueva Jerusalén, la expresión eterna del Dios Triuno.
*Consulte el tema general
de la capacitación de verano de junio de 2025: Experimentar, disfrutar y
manifestar a Cristo (Parte 3), Capítulo 12: El Verdadero.
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