“Hijos de Dios en el Reino vs. Hijos de los Hombres en la Generación”

 

“Hijos de Dios en el Reino vs. Hijos de los Hombres en la Generación”

Mateo 5:9 Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.

Romanos 8:14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.

Efesios 2:1 Pero ustedes estaban muertos en sus delitos y pecados,

Efesios 2:2 en los cuales anduvieron, siguiendo a los príncipes de este mundo, a la potestad del aire, a la potestad del espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia.

Efesios 2:3 Entre ellos también estábamos todos nosotros, viviendo según los deseos de nuestra carne, siguiendo los deseos de nuestra carne y de nuestros pensamientos. Nacimos como los demás, hijos de ira. 

Categoría	Hijos de Dios en el Reino	Hijos de los Hombres en la Generación
Significado	Aquellos que han nacido de Dios, guiados por el Espíritu, que viven la vida y naturaleza divina de paz, justicia y santidad (Mt. 5:9).	Aquellos nacidos de Adán caído, que viven según la carne y los deseos del mundo, caracterizados por contiendas y egoísmo (Fil. 2:15).
Origen	Mediante la fe en Cristo son regenerados, recibiendo la vida y naturaleza divinas (Jn. 1:12–13), siendo santificados y transformados en la vida del reino.	Por nacimiento natural viven en pecado, bajo el dominio de la carne y de este siglo, como hijos de desobediencia (Ef. 2:1–3).
Diferencia	De naturaleza espiritual—pacíficos, santos, justos y puros de corazón; hacen la paz y expresan la imagen del Hijo.	De naturaleza natural—pendencieros, divisivos, engañosos, llenos de envidia e intranquilos, reflejando la condición caída del hombre.
Explicación	“Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios” muestra que quienes son estrictos consigo mismos, misericordiosos con los demás y puros hacia Dios expresan Su naturaleza (Mt. 5:9; He. 12:14).	Los “hijos de los hombres” luchan y riñen entre sí, llenos de crítica y competencia. Actúan por la carne sin el control del Espíritu.
Ejemplos	Jesucristo—el Hijo de Dios—es el Príncipe de Paz (Is. 9:6). En la cruz hizo la paz entre Dios y los hombres (Ef. 2:14–16). Pablo exhortó: “Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres” (Ro. 12:18).	Caín mató a Abel (Gn. 4:8)—un hijo del hombre que produjo enemistad. Los fariseos y escribas se opusieron al Señor por celos (Mt. 12:14).
Aplicación	En la vida de iglesia, ser hacedores de paz: – Dejar que la cruz trate con la carne. – Andar en el Espíritu, no en amor natural. – Buscar la santidad y la paz para ver al Señor (He. 12:14). – Ser instrumentos de paz en la familia, trabajo y iglesia (Ef. 4:3).	Examinar si aún actuamos como hijos de los hombres: – El egoísmo, la amargura o la falta de perdón muestran una naturaleza caída (Stg. 4:1).
Relación Mutua	Los “hijos de Dios” fueron antes “hijos de los hombres”, pero mediante la regeneración y la transformación del Espíritu llegaron a ser hijos de Dios (Ro. 8:14).	Los “hijos de los hombres” pueden llegar a ser “hijos de Dios” por medio del arrepentimiento, la fe y la regeneración (Jn. 1:12).
Puntos Claves	- Hacer la paz no es diplomacia, sino el fluir de la vida divina. - La justicia, rectitud, misericordia y pureza de corazón producen la verdadera paz. - La paz y la santidad son inseparables (He. 12:14).	- La paz humana es superficial y basada en el interés propio. - El amor natural, si no es tratado por la cruz, puede ser causa de contiendas.
Conclusión	Los “hijos de Dios en el Reino” son transformados por el Espíritu para expresar la paz divina y reconciliar a los hombres con Dios. Brillan como luminares y heredarán el reino.	Los “hijos de los hombres” viven en conflicto y confusión, no pueden ver al Señor ni heredar Su reino.
Versículos Relacionados	Mt. 5:9; Jn. 1:12–13; Ro. 8:14; Ro. 12:18; He. 12:14; Ef. 2:14–16; Fil. 2:15; Jn. 3:36b; Stg. 3:17–18; Is. 9:6	Gn. 4:8; Ro. 3:23; Ef. 2:1–3; Gá. 5:19–21; Jn. 3:19; Fil. 2:15; 2 Ti. 3:1–4

 

🔸 Resumen de los Puntos Claves

• Hijos de Dios: reflejan la naturaleza divina de paz —la realidad del reino.
• Hijos de los hombres: manifiestan la división y el egoísmo del hombre caído.
• La verdadera paz: no es armonía externa, sino la expresión interna de la vida divina mediante la cruz y el Espíritu.
• Ser pacificador: significa reconciliar al hombre con Dios y con los demás, expresando al Hijo en el reino.

*Consulte la Capacitación Internacional de Ancianos y Hermanos Responsables de mayo de 2025. Tema general: Aspectos vitales de Mateo 5-7. Semana 2: Las bendiciones de los que lloran, las bendiciones de los mansos y las bendiciones de los pacificadores llamados hijos de Dios.